miércoles, 22 de agosto de 2007

Y en Venezuela de lejitos!

Ya tengo varios días instalada en la hermosa ciudad de Vancouver, Pacific Pearl, Honk couver Por la cantidad de asiaticos, Hollywood North por la cantidad de peliculas que son filmadas aquí. Vancouver es bellísimo, hay detodo, montañas, bosques, playa, nieve, el metro, los autobuses, autobuses por agua, qué más se puede pedir?.

Mi familia es fantástica y mi roomate también. Ella es de Suiza, habla 5 idiomas y se llama Chiara. Se pronuncia Kiara como la cantaste bellísima Venezolana que no sabemos todavía que hace o que toma para todavía parecer de 20. Mi amiga no se parece a ella.

Aquí me toca levantarme temprano, preparame mi desayuno, agarrar el autobus para ir al Sky train (metro aereo, proximamente seguro nuestro presidente lo tendrá como proyecto revolucionario), del Sky train, caminar un poquito y llegar a clases hasta las 4 de la tarde.

Todos mis días eran iguales, nada de particular, hasta que llegó el personaje a continuación. Resulta ser que en Vancouver, al rededor de sus calles hay bastante homeless o squeegee kids, mejor conocidos en Venezuela como pordioseros o limpia vidrios. Mi amiga la no cantante y yo estabamos esperando por nuestro autobus número 8 como todos los días cuando llegó el personaje X (No sabemos su nombre).

Lo primero que dijo fue "Hi 5" o choca los 5. Chiara y yo lo hicimos, lo pidió de nuevo, volvimos a chocar las manos. Durante los 10 segundos en los que se desembolvio la actividad, me pude percatar de el estado de suciedad en el que se encontraban las manos del individuo X y mientras pensaba en eso también rezaba porque llegara mi autobus. La pregunta que ustedes se estarán haciendo seguro es, ¿Por qué le chocaste la mano si la tenía sucia? Cuando sepa la respuesta les diré.

El caso es que el joven no se conformó con chocar la mano, también tuvimos que chocar los zapatos. Todavía estoy pensando si es que era un ritual o algo que suelen hacer los chicos de la calle, pero me recorde de los que viven en mi país y pensé " es que los que viven en mi país NI TE HABLAN!!!".

Justo cuando pensé que el episodio había terminado, el joven comenzó a hablar con nosotras. Su primera pregunta fue si eramos de Brasil, por supuesto más rápido que inmediatamente respondí con mi orgullo venezolano que era de Venezuela. Más vale que no, el indivicuo X era de Colombia! Paisano hermano!, pero él no hablaba español, así que aun lo dudo.

Imaginense la emoción de X que hasta unos perros calientes nos invitó en la esquina de la parada porque el los conseguía "For Free". En cualquier otra situación, claro esta hubiera aceptado para no ser ruda, pero ustedes comprenderan... ACABABA DE LLEGAR MI ANGEL DE LA GUARDA, mejos conocido como el autobus nímero 8 y me tuve que ir.

Todavía tengo la mano en remojo en alcohol con Betadine. No se preocupen. Y en Venezuela tratamos a los pordioseros de lejitos!!!

Segundo Avion

Luego de mi largo viaje hasta la ciudad de Toronto, me esperaba un segundo avión hacia Vancouver, mi destino final. Léase final, no fatal. Eran aproximadamente las 4 de la mañana cuando decidí de buena manera llamar a mi mamá para decirse que estaba bien. Ella se preocupa mucho y siempre me dice "llámame cuando llegues a un lugar y cuando salgas, yo espero". Señores, mi mamá tenía el celular apagado, así que decidí usar otras vías de comunicación: mi hermana.

Por supuesto, después de trancar con mi hermana, mi madre me llamó diciéndome que se quedó dormida. Ujmmmm?

Luego de colgar con mi mamá decidí enfocarme en mi próximo avión. Esta vez, sí me puse a pensar en las personas que se iban a sentar a mi lado, si el asiento era cómodo. Vi mi boleto y decía que me tocaba ventana otra vez. Esta vez no iba a cometer el terrible error de no darle la ventana a la viejita y que par de Yokosunas me castigaran durmiéndose cuando yo quería ir al baño. Así que pensé sacrificar SOLAMENTE SI ERA NECESARIO mi ventana. De resto seguí soñando con mi televisor privado, la peliculita de estreno que no había visto.

"Pasajeiros cuon desteino a Vancouver polfavol pasalr pol la puelta numero 33". Esa era yo y para allá iba, ya no había vuelta atrás, hasta que me tocó entregar mi ticket. Quince minutos me tuve que quedar esperando en la taquilla para entrar porque mi ticket tenía unos "inconvenientes" según la señora que hablaba español porque era latinisima, pero a mí me hablaba en inglés. "Ya sabía yo que con este colorsito por esta puerta a Vancouver nanai nanai" me dije para mí misma. Afortunadamente, luego de que pasó todo el avión, me dejaron entrar.

"Esquiusmi Esquiusmi" porque la gente se estaciona en mitad de los pasillos para meter sus maletas (no maletines de mano sino unas maletotas), en los compartimientos superiores del avión. Al entrar me percaté de que el avión era de estos que son 2 asientos en los laterales y 3 en el medio. "Conchale buenísimo porque si el de al lado se queda dormido, lo salto y listo" me volví a comentar, esta vez en voz baja, con tal, a mi nadie me entendía en ese avión. Cuando llegué a mi dichosa, luchada y combatida ventana, mi lugar estaba ocupado.

"Sorry señora, thats my sit" educadamente le comuniqué a la señora mayor indú creo yo cuando la vi sentada en MI ventana. "sfcbsdisd sdcibsidwcb widcbs" sabe Dios que me dijo, pero no se movió. Por un momento pensé que había una equivocación en mi boleto, por el problema que hubo al entrar y me senté para esperar que se me acercara una aeromoza y en ese momento, comentarle mi problema. Aquí va la cuestión. No había ningún problema en el boleto, porque cuando pude echarle una miradita al boleto de la quinceañora que tenía al lado, vi que era justo donde yo estaba sentada. Es decir, ME QUITÓ MI VENTANA.

Yo creo que le dio remordimiento de conciencia porque después la dichosa señora a mitad del vuelo cuando yo estaba agarrando el más mínimo sueñito (tengan presentes que tengo en un avión desde las 11 de la noche y son como las 10 de la mañana) la viejita viene y me pide que le cambie el puesto.

Saben qué fue lo peor? no fue que me cambiara el puesto o me lo quitara al principio: lo peor fue que no había ni música en el avión!!!

lunes, 20 de agosto de 2007

Diario de una negra en pais de blancos

Imaginemos por un momento (Tú y yo) que planeas un viaje en avión. El destino esta a 4 horas y 55 minutos, así que probablemente te vas en una ropa cómoda, intentas llevar una cartera no muy pesada, sólo con lo necesario, todo esta perfectamente planeado excepto una cosa: quién se va a sentar al lado de tu puesto.

Mi viaje a Vancouver era de 5 horas el primer avión y 5 horas el segundo. Yo, como todos los demás, no pensé mucho en la persona que me tocaría al lado sino hasta cuando llegué al avión. Inclusive, cuando llegué a mi primer avión, estaba tan emocionada porque tenía un televisor para mi sola y además me había tocado el puesto de la ventana que es deseado por todos, que qué me iba a estar importando quién se iba a sentar al lado de mí. Señores, me debío haber importado.

Luego de llamar a mi mamá para contarle lo magnifico de mi avión, vino lo que seguía. En los asientos al lado del mío, directo desde Valencia, peso pesado, con todo incluido venían los esposos Gonzales (nombre hipotetico, no averigue tanto de sus vidas). Señores, ustedes no se imaginan eso, pero bueno qué se le hace, yo daba gracias a Dios por mi ventana y mi televisor personal.

Ataque número 1:

El avión despega y yo todavía estoy pensando ¿qué hago en el avión?; llega la señora Gonzales y comenta como cualquier otra: "ay, que cómica mi abuelita". Yo, volteo, la miro, miro a la abuelita sentada en el asiento D de la misma fila (el pasillo) no me da risa y me volteo a MI ventana. Ella insiste " es que es primera vez que se monta en un avión y ella se quería sentarse con nosotros, pero bueno no se pudo".

¿De donde saca esa señora que YO le voy a dar MI ventana luego de que sedí a par de Yokosunas que se sentaran al lado mío? Claro, ella piensa que lo hizo indirectamente, pero ME ATACÓ!.

Claro esta, que a los pocos minutos la pobre viejita se quedó más dormida que la bella durmiente y no supieron más de ella hasta que llegamos a Toronto (aquí entre nos, yo pienso que la sedaron).

Ataque número 2:

El episodio de la abuelita había pasado, mi dichosa ventana estaba cerrada porque era de noche y no se veía nada. En medio de mi pelicula y despues de 5 vasos de agua, la naturaleza llamó y me dieron ganas de ir al baño. Si estas en el avión con tu televisor personal, los audifonos, la luz bajita, a ti no te importa más nada. Los Gonzales atacaron cuando yo estaba distraída viendo como Spiderman salvaba una vez más a Mary Jane: se quedaron dormidos bloqueando todo tipo de salida hacia el toilet (como diria ahorita q tengo 7 días estudiando inglés).

Yo sudaba frío, pensaba que si pasaba un accidente y los Gonzales seguramente sedados al igual que la pobre abuelita del asiento D, YO NO IBA A PODER SALIR y además me iba a hacer pipí encima. Para más colmo, volvío a pasar la aeromoza que hablaba espanglishech (español, inglés y francés) preguntandome: "¿queres otro vaso di agua?"

"¿Qué hago, me mato?" Fue lo primero que pensé recordando la memorable frase. Comence a pensar más racionalmente, recorde que tenía 5 vasos vacíos al frente de mí y pensé en la posibilidad de llenarlos. NOOOOO, era imposible hacer eso. Fue en ese momento cuando el avión tembló y vi que el señor Gonzales se estaba moviendo, estaba despierto. Rápidamente llame su atención, al igual que el carrito de comida que estaba pasando, y pude salir ilesa, mi pantalon todavía estaba seco.

Ese fue el primer avión...