miércoles, 22 de agosto de 2007

Segundo Avion

Luego de mi largo viaje hasta la ciudad de Toronto, me esperaba un segundo avión hacia Vancouver, mi destino final. Léase final, no fatal. Eran aproximadamente las 4 de la mañana cuando decidí de buena manera llamar a mi mamá para decirse que estaba bien. Ella se preocupa mucho y siempre me dice "llámame cuando llegues a un lugar y cuando salgas, yo espero". Señores, mi mamá tenía el celular apagado, así que decidí usar otras vías de comunicación: mi hermana.

Por supuesto, después de trancar con mi hermana, mi madre me llamó diciéndome que se quedó dormida. Ujmmmm?

Luego de colgar con mi mamá decidí enfocarme en mi próximo avión. Esta vez, sí me puse a pensar en las personas que se iban a sentar a mi lado, si el asiento era cómodo. Vi mi boleto y decía que me tocaba ventana otra vez. Esta vez no iba a cometer el terrible error de no darle la ventana a la viejita y que par de Yokosunas me castigaran durmiéndose cuando yo quería ir al baño. Así que pensé sacrificar SOLAMENTE SI ERA NECESARIO mi ventana. De resto seguí soñando con mi televisor privado, la peliculita de estreno que no había visto.

"Pasajeiros cuon desteino a Vancouver polfavol pasalr pol la puelta numero 33". Esa era yo y para allá iba, ya no había vuelta atrás, hasta que me tocó entregar mi ticket. Quince minutos me tuve que quedar esperando en la taquilla para entrar porque mi ticket tenía unos "inconvenientes" según la señora que hablaba español porque era latinisima, pero a mí me hablaba en inglés. "Ya sabía yo que con este colorsito por esta puerta a Vancouver nanai nanai" me dije para mí misma. Afortunadamente, luego de que pasó todo el avión, me dejaron entrar.

"Esquiusmi Esquiusmi" porque la gente se estaciona en mitad de los pasillos para meter sus maletas (no maletines de mano sino unas maletotas), en los compartimientos superiores del avión. Al entrar me percaté de que el avión era de estos que son 2 asientos en los laterales y 3 en el medio. "Conchale buenísimo porque si el de al lado se queda dormido, lo salto y listo" me volví a comentar, esta vez en voz baja, con tal, a mi nadie me entendía en ese avión. Cuando llegué a mi dichosa, luchada y combatida ventana, mi lugar estaba ocupado.

"Sorry señora, thats my sit" educadamente le comuniqué a la señora mayor indú creo yo cuando la vi sentada en MI ventana. "sfcbsdisd sdcibsidwcb widcbs" sabe Dios que me dijo, pero no se movió. Por un momento pensé que había una equivocación en mi boleto, por el problema que hubo al entrar y me senté para esperar que se me acercara una aeromoza y en ese momento, comentarle mi problema. Aquí va la cuestión. No había ningún problema en el boleto, porque cuando pude echarle una miradita al boleto de la quinceañora que tenía al lado, vi que era justo donde yo estaba sentada. Es decir, ME QUITÓ MI VENTANA.

Yo creo que le dio remordimiento de conciencia porque después la dichosa señora a mitad del vuelo cuando yo estaba agarrando el más mínimo sueñito (tengan presentes que tengo en un avión desde las 11 de la noche y son como las 10 de la mañana) la viejita viene y me pide que le cambie el puesto.

Saben qué fue lo peor? no fue que me cambiara el puesto o me lo quitara al principio: lo peor fue que no había ni música en el avión!!!

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